Antes del Aikido. Las artes guerreras
El Aikido que hoy en dia practicamos encuentra sus orígenes en el Aikijutsu (más precisamente en el Aiki no Inyo) y se dice, que fue fundado por el príncipe Taijun, 6º hijo del Emperador Seiwa (850-800 después de J.C.). Por medio de su hijo Tsunemoto, el arte fue transmitido de generación en generación en el seno de la familia Minamoto.
Cuando el arte fue transmitido a Shinra Saburo Yoshimitsu, hermano pequeño de Minamoto Yoshie, parece ser que los fundamentos técnicos del Aikido estaban ya establecidos.
El segundo hijo de Yoshimitsu, Yoshikiyo que vivía en Takeda (provincia de Kai en el centro del Japón) tomó el nombre de esta provincia y las técnicas que enseñaba fueron conocidas bajo este nombre. (Leer más)
Cuando el arte fue transmitido a Shinra Saburo Yoshimitsu, hermano pequeño de Minamoto Yoshie, parece ser que los fundamentos técnicos del Aikido estaban ya establecidos.
El segundo hijo de Yoshimitsu, Yoshikiyo que vivía en Takeda (provincia de Kai en el centro del Japón) tomó el nombre de esta provincia y las técnicas que enseñaba fueron conocidas bajo este nombre. (Leer más)
Artes Marciales: Entre el Mito y el Aporte Concreto
Los adolescentes no están exentos al gran problema generalizado de la violencia que esta encarnado en la sociedad, ahora explotó en las escuelas. ¿De que forma pueden influir las artes marciales?La violencia esta dentro de las principales causas de muerte en la actualidad y se origina por problemas de educación, consciencia y pobreza extrema. La conglomeración de estos tres elementos se refleja en el vandalismo humano que abunda en los últimos tiempos. En lo que va del 2008, los casos de agresiones y peleas en las instituciones educativas se reproducen a pasos agigantados. El promedio de edad de los jóvenes agresores ronda entre los 11 a 18 años. (Leer más)
¿Cómo nos cambia el aikido?
……. Siempre me impresiono en como las personas quieren o buscan algo, pero no están dispuestas hacer algo diferente para lograrlo, inclusive sabiendo que lo que están hacienda no funciona. Es simpático como nos asimos en lo que conocemos en lugar de aprender nuevas cosas. Leo esto en los foros de internet casi todo el tiempo. Las personas preguntan, pero están más interesadas en defender sus propias creencias y no quieren escuchar lo que otros están ofreciendo. Un viejo dicho dice que si tú siempre haces lo que hiciste, siempre recibirás lo que recibiste. No obstante, si tú intentas algo y no funciona, la mayoría de nosotros lo intentará de nuevo con mayor intensidad en lugar de tratar algo diferente.
Si el Aikido es la cura para un confuso, caótico, y violento mundo, ¿cómo la practica de Aikido realmente nos cambia? (Leer más)
Si el Aikido es la cura para un confuso, caótico, y violento mundo, ¿cómo la practica de Aikido realmente nos cambia? (Leer más)
El aikido moderno, es el aikido de o´sensei?
Durante la guerra y en los años siguientes, O-Sensei se quedó en Iwama. Finalmente, a partir de principios de los años 50 reanudó sus viajes con visitas ocasionales a Tokyo y a la región de Kansai. Al final de los años 50 la frecuencia de sus viajes aumentó y parece que nadie sabía nunca dónde estaría en un momento dado. Dividía su tiempo entre Iwama, Tokyo y sus lugares favoritos en Kansai incluido Osaka, Kameoka, Ayabe, su Tanabe natal y Shingu. Llegó a visitar Kanshu Sunadomari en el lejano Kyushu. Recuerdo escuchar a Michi Hikitsuchi Sensei afirmar que O-Sensei visitó Shingu más de sesenta veces tras la guerra. Si consideramos que esto se refiere a un periodo de unos doce a quince años, vemos que el fundador permanecía en Kansai una media de cuatro a seis veces al año. (Leer más)
Aikido reflexiones
En el Aikido se busca lograr la unidad mente-cuerpo, es decir, “una meditación en movimiento” que se sustenta en un concepto taoísta denomina Wu-wei. Según este concepto, la persona no debe enfrentar los acontecimientos de la vida pretendiendo manejarlos, sino acompañarlos para que ellos causen un sufrimiento menor o incluso beneficio.
El practicante de Aikido no forcejea con su eventual adversario, ni responde a la violencia del ataque con otro igual y opuesto; debe lograr acompañarlo hasta su neutralización. Para ello utiliza una técnica que generalmente se articula a través de un desplazamiento circular, aunque cierto es que existen innumerables desplazamientos, no sólo circulares. (Leer más)
El practicante de Aikido no forcejea con su eventual adversario, ni responde a la violencia del ataque con otro igual y opuesto; debe lograr acompañarlo hasta su neutralización. Para ello utiliza una técnica que generalmente se articula a través de un desplazamiento circular, aunque cierto es que existen innumerables desplazamientos, no sólo circulares. (Leer más)
Aikido: El arte marcial más misterioso del budo
Mientras que el Judo es conocidos en todos los países de la tierra, mientras que el karate y sus congéneres (tae kwon do, kung fu, vietvodao, Boseo Thai, Full contact, etc..) son ampliamente conocidos como el Judo, el arte marcial “Aikido” pasa desaperci-bido entre las multitudes de prac-ticantes de artes marciales. No digo que el Aikido no sea practicado, pero si afirmo que el Aikido no es “comprendido”, no es “entendido” y es el arte marcial más formidable de todos los tiempos. Estas son unas palabras extraídas de la obra de Jay Gluck, “Zen Combat” (Ballantine Books): “Los músculo-sos policías americanos militares se mostraron llenos de incredulidad cuando oyeron mí descripción de las proezas físicas del hombrecillo viejo, así que ascendimos en el ascensor y conduje al techo plano del edificio donde fue formado un gimnasio, para que pudieran derri-barlo. Pero él, pasando en medio de ellos, siguió su camino riendo.” “...El viejo hombrecillo era el maestro Ueshiba, de alrededor de 85 años de edad y nos 39 kilos en su cuerpo de 1,47 m. Tiene la barba blanca, rala y sedosa de un anciano venerable salido de una pintura Ming, y una incesante sonrisa de niño que es contagiosa. Ellos eran cinco policías militares de los USA, de la Cia. 825ª esta-cionada en Tokio, que me fueron presentados para una demostra-ción. Su peso sumado era de más de 455 kilos.odos habían estudia-do judo o karate, y en varías ejecu-ciones repetidas del ataque tuvieron la ayuda de media docena
de cinturones negros japoneses de judo y karate y de kendoistas armados con sables de roble. Nadie tocó al viejo, hasta que él mismo permitió que varios lo sujetaran colectivamente en la forma que quisieran, y luego escapó de sus manos, y los derribó a todos simul-táneamente. Tomamos películas de gran velocidad, a 49,5 m. por se-gundo, e hicimos amplificaciones. (Leer más)
de cinturones negros japoneses de judo y karate y de kendoistas armados con sables de roble. Nadie tocó al viejo, hasta que él mismo permitió que varios lo sujetaran colectivamente en la forma que quisieran, y luego escapó de sus manos, y los derribó a todos simul-táneamente. Tomamos películas de gran velocidad, a 49,5 m. por se-gundo, e hicimos amplificaciones. (Leer más)
El significado de la Hakama
La hakama nos incita a reflexionar sobre la verdadera naturaleza del Aikido. Vestirla simboliza las tradiciones que han llegado hasta nosotros transmitidas de generación en generación. El Aikido nace del espíritu de bushido de Japón, y en nuestra práctica debemos esforzarnos a pulir las siete virtudes tradicionales.” – O – Sensei -
Las sietes virtudes tradicionales del Aikido está simbolizadas en los siete pliegues de la Hakama. Según el testimonio de Mitsugi Saotome Sensei (Los principios del Aikido) para O Sensei, estas virtudes eran: jin (benevolencia), gi (honor o justicia), rei (cortesía y etiqueta), chi (sabiduría, inteligencia), shin (sinceridad), (Leer más)
Las sietes virtudes tradicionales del Aikido está simbolizadas en los siete pliegues de la Hakama. Según el testimonio de Mitsugi Saotome Sensei (Los principios del Aikido) para O Sensei, estas virtudes eran: jin (benevolencia), gi (honor o justicia), rei (cortesía y etiqueta), chi (sabiduría, inteligencia), shin (sinceridad), (Leer más)
El dojo y el Sensei
Antiguamente era algo difícil que un Sensei aceptara a un alumno (Deshi ó Montei) por mero hecho de querer aprender el arte de la escuela (ryu), éste antes de entrar tenía que ganarse la aceptación del Sensei poniéndose a prueba, éstas pruebas eran tanto psicológicas físicas (limpieza, favores, trabajos duros...); éstas pruebas eran principalmente realizadas para conocer el carácter del futuro alumno, para forjarlo y ver al igual tanto sus capacidades mentales como físicas, fortaleciendo al mismo tiempo el cuerpo y la moral del alumno para estar preparado para su entrenamiento marcial. (Leer más)
El Significado de los colores en los cintos de Artes Marciales.
La escala era la siguiente:
Blanco, Amarillo. Naranja, Verde, Azul, Marrón y Negro. Estos colores no fueron tomados
al azar, como todo en las Artes Marciales, sino que fueron aplicadas en una
secuencia basada en una filosofía de conocimiento.
Originalmente,
el cinturón blanco se teñía simplemente con un nuevo color al avanzar de grado.
Este proceso se repite tiñendo
el cinturón en el orden de los colores. Debido al proceso de teñido, era
más práctico utilizar cada vez más los colores más oscuros. Todo esto se produjo poco
después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Corea y Japón fueron los países
muy pobres. Teñir los cinturones de un nuevo
color era una forma barata de tener un sistema visible, situándose en lo
sencillo y eficaz. (Leer más)
Blanco, Amarillo. Naranja, Verde, Azul, Marrón y Negro. Estos colores no fueron tomados
al azar, como todo en las Artes Marciales, sino que fueron aplicadas en una
secuencia basada en una filosofía de conocimiento.
Originalmente,
el cinturón blanco se teñía simplemente con un nuevo color al avanzar de grado.
Este proceso se repite tiñendo
el cinturón en el orden de los colores. Debido al proceso de teñido, era
más práctico utilizar cada vez más los colores más oscuros. Todo esto se produjo poco
después de la Segunda Guerra Mundial, cuando Corea y Japón fueron los países
muy pobres. Teñir los cinturones de un nuevo
color era una forma barata de tener un sistema visible, situándose en lo
sencillo y eficaz. (Leer más)
¿Deberíamos entrenar Armas en Aikido ?
Una mirada y una respuesta al porque en algunas escuelas de Aikido no se entrena con Armas y en otras si, y si esto es correcto o no, siempre con la opinion impacial de Stanley Pranin- (Ver video)
¿Qué significa realmente tener un cinturón negro?
La pregunta más frecuente es, "¿Cuanto tiempo lleva obtener el cinturón negro?" Yo no sé cual es la respuesta en otras escuelas, pero mis alumnos saben que formular esta pregunta los puede retrasar varios años en la práctica. Sería un desastre.
La mayoría de la gente se contentaría si yo les dijese que obtener el cinturón negro lleva tan solo un par de años, pero desafortunadamente no es así. Y aunque temo que mucha gente no se sienta conforme con mi respuesta, creo que el concepto erróneo acerca de lo que el cinturón negro representa debería ser clarificado lo mejor posible. No obstante ser este un tema de discusión poco frecuente, lo abordaré. En primer lugar advierto a mis alumnos que no formulen dicha pregunta. La respuesta no es la que desean escuchar. (Leer más)
La mayoría de la gente se contentaría si yo les dijese que obtener el cinturón negro lleva tan solo un par de años, pero desafortunadamente no es así. Y aunque temo que mucha gente no se sienta conforme con mi respuesta, creo que el concepto erróneo acerca de lo que el cinturón negro representa debería ser clarificado lo mejor posible. No obstante ser este un tema de discusión poco frecuente, lo abordaré. En primer lugar advierto a mis alumnos que no formulen dicha pregunta. La respuesta no es la que desean escuchar. (Leer más)
El aikido en las palabras de uno de los mas grandes
"Cuando comencé a enseñarme a mí mismo me di cuenta que la forma de O-Sensei de la enseñanza no sería apropiado, así que tuve que clasificar y organizar sus técnicas de jo. Arreglé todo en 20 movimientos básicos que he llamado "suburi", que incluía tsuki, uchikomi, hassogaeshi, y así sucesivamente por lo que sería más fácil para que los estudiantes.Y se enseñó por primera vez cómo blandir una espada. Yo organicé lo que aprendí y he organizado estos kumijo y suburi de la espada. El método de O-Sensei puede haber sido bueno para clases particulares, pero no para enseñar a grupos. En su método, no había nombres de las técnicas, fue por eso que se organizaron los movimientos en el tsuki, uchikomi y kaeshi (movimientos de giro) y se les dieron los nombres. "
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El fundador del aikido: El desapego material
Hasta ahora este libro ha tocado una de las muchas facetas de la personalidad de O-Sensei, esto es, el lado devoto de su carácter. Había, sin embargo, muchos otros aspectos de su complicada naturaleza que sólo podrían ser descritos como infantiles. En este capítulo se revelará un lado más humano del fundador, sólo visto por su familia, sus amigos íntimos y sus discípulos más avanzados. El fundador era negligente en asuntos materiales hasta el punto en que su familia, y especialmente su esposa, Hatsu, tenían que pasar grandes sacrificios a lo largo de los años.
Hablando de este tema, hay una interesante anécdota narrada por el señor Gozo Shioda, director de la escuela Yoshinkan, quien con frecuencia acompañaba al fundador en los años que precedieron a la guerra. Un día, mientras mi padre y el señor Shioda viajaban en tren, un hombre que estaba parado junto al fundador de repente se levantó de un sobresalto en una postura rígida e inmóvil. El señor Shioda recuerda lo siguiente: “O-Sensei sonrió y se puso a reír. Pensé que seguramente se trataba de un viejo conocido. Pero cuando el tren arribó a la siguiente estación y el maestro dijo: ‘Bueno, ¡márchate!’ y el sujeto salió corriendo del tren, pregunté quién era. Me sorprendí cuando O-Sensei dijo: ‘era un carterista’. En todo caso, cuando el ladrón deslizó sigilosamente su mano dentro de la bolsa interior del maestro, éste, en un parpadeo, torció con fuerza la muñeca del sujeto y el cuerpo del ladrón se entumeció y se levantó inmóvil. Fue un tipo tonto al tratar de robar al ‘kamisama’ de las artes marciales, pero estuve muy impresionado de ver que O-Sensei, con toda calma, había dejado ir al carterista. Debido a que O-Sensei no llevaba dinero alguno, creo que no tenía la sensación de haber sido víctima en ese momento…”. (Leer más)
Hablando de este tema, hay una interesante anécdota narrada por el señor Gozo Shioda, director de la escuela Yoshinkan, quien con frecuencia acompañaba al fundador en los años que precedieron a la guerra. Un día, mientras mi padre y el señor Shioda viajaban en tren, un hombre que estaba parado junto al fundador de repente se levantó de un sobresalto en una postura rígida e inmóvil. El señor Shioda recuerda lo siguiente: “O-Sensei sonrió y se puso a reír. Pensé que seguramente se trataba de un viejo conocido. Pero cuando el tren arribó a la siguiente estación y el maestro dijo: ‘Bueno, ¡márchate!’ y el sujeto salió corriendo del tren, pregunté quién era. Me sorprendí cuando O-Sensei dijo: ‘era un carterista’. En todo caso, cuando el ladrón deslizó sigilosamente su mano dentro de la bolsa interior del maestro, éste, en un parpadeo, torció con fuerza la muñeca del sujeto y el cuerpo del ladrón se entumeció y se levantó inmóvil. Fue un tipo tonto al tratar de robar al ‘kamisama’ de las artes marciales, pero estuve muy impresionado de ver que O-Sensei, con toda calma, había dejado ir al carterista. Debido a que O-Sensei no llevaba dinero alguno, creo que no tenía la sensación de haber sido víctima en ese momento…”. (Leer más)
El caso del uke renuente
El siguiente artículo se preparó con la amable ayuda de Jon Aoki, de los EE.UU.
Para los que no nos sentimos congénitamente atraídos por la violencia, el entrenamiento de aikido presenta a veces problemas que son difíciles de soslayar. Se presentan bajo forma humana y con distintos tipos de personalidad. Entre ellas se encuentra la del uke reacio.
Es el tipo que intenta bloquear todos tus esfuerzos de aplicar una técnica, y que encuentra un placer altivo en negarse a caer. Dedica su tiempo en el tatami a tratar de demostrar que tus técnicas no funcionan. Y a veces lo consigue.
Puede ser nuevo en el aikido, al que ha llegado procedente de otro arte marcial o, peor, alguien con años de experiencia que sabe exactamente como convertirse en un estorbo con la máxima efectividad.
Normalmente no parece entender lo destructivo y carente de sentido que es su comportamiento, y ni una pizca de la filosofía del aikido se le mete dentro. Lo ve todo en términos competitivos y cree que todas las técnicas tienen que funcionar, independientemente de las circunstancias. Prácticamente nunca abandona la práctica.
¿Cuántas personas han dejado el aikido por su causa? ¿A cuantas mujeres ha alejado del arte su comportamiento machista? ¿A cuántos instructores honestos y sinceros ha hecho colgar la hakama, convencidos de que no están capacitados para enseñar? (Leer más)
Para los que no nos sentimos congénitamente atraídos por la violencia, el entrenamiento de aikido presenta a veces problemas que son difíciles de soslayar. Se presentan bajo forma humana y con distintos tipos de personalidad. Entre ellas se encuentra la del uke reacio.
Es el tipo que intenta bloquear todos tus esfuerzos de aplicar una técnica, y que encuentra un placer altivo en negarse a caer. Dedica su tiempo en el tatami a tratar de demostrar que tus técnicas no funcionan. Y a veces lo consigue.
Puede ser nuevo en el aikido, al que ha llegado procedente de otro arte marcial o, peor, alguien con años de experiencia que sabe exactamente como convertirse en un estorbo con la máxima efectividad.
Normalmente no parece entender lo destructivo y carente de sentido que es su comportamiento, y ni una pizca de la filosofía del aikido se le mete dentro. Lo ve todo en términos competitivos y cree que todas las técnicas tienen que funcionar, independientemente de las circunstancias. Prácticamente nunca abandona la práctica.
¿Cuántas personas han dejado el aikido por su causa? ¿A cuantas mujeres ha alejado del arte su comportamiento machista? ¿A cuántos instructores honestos y sinceros ha hecho colgar la hakama, convencidos de que no están capacitados para enseñar? (Leer más)
La importancia de las contratécnicas para dejar de “bailar”.
Las contratécnicas en Aikido son de las grandes olvidadas, y se practican poco, o nada, en bastantes dojos. Sin embargo, kaeshi waza, que así se llama en japonés a esta práctica, son técnicas de una importancia fundamental para trabajar un Aikido robusto y fiable. Gracias a ellas, podemos ver dónde estamos fallando, y trabajar de una manera marcial. Si nuestro uke es capaz de identificar y aprovechar los espacios que le dejamos, consiguiendo revertir su situación de desventaja (que es lo que basicamente son las contratécnicas), podremos entrenar de una manera más efectiva, identificando nuestros puntos débiles y trabajándolos. Pero veámos algunos ejemplos, y comentémoslos.
Entrenando así, estaremos evitando la práctica colaborativa en la cual uke es un simple saco de sparring, sin iniciativa marcial de ningún tipo, o alguien que nos sigue el juego sin rechistar. Estaremos trabajando marcialmente, evitando esos “bailes” por los cuáles el Aikido es tan criticado (y algunas veces con razón). En definitiva, kaeshi waza permite una práctica más sincera.
En el siguiente vídeo, podemos ver como un uke mal desequilibrado, y que aún puede moverse, puede ejecutar fácilmente un sutemi con el cuál derribar a tori. Una técnica segura y relativamente sencilla. (Leer más)
Entrenando así, estaremos evitando la práctica colaborativa en la cual uke es un simple saco de sparring, sin iniciativa marcial de ningún tipo, o alguien que nos sigue el juego sin rechistar. Estaremos trabajando marcialmente, evitando esos “bailes” por los cuáles el Aikido es tan criticado (y algunas veces con razón). En definitiva, kaeshi waza permite una práctica más sincera.
En el siguiente vídeo, podemos ver como un uke mal desequilibrado, y que aún puede moverse, puede ejecutar fácilmente un sutemi con el cuál derribar a tori. Una técnica segura y relativamente sencilla. (Leer más)
La aCTITUD FRENTE AL CONFLICTO
Frente a un escenario de hostilidad es común que adoptemos el papel de víctima. En general tendemos a poner en el otro el rol de agresor y de generador de conflictos.
Sin desmedro de la responsabilidad que le puede caber a ese otro, resulta interesante tomar conciencia de las actitudes propias que nos conducen a estas situaciones. Si esto es así, si nuestras propias conductas pueden ser el origen de las agresiones de los demás y si somos capaces de cambiar estas maneras, habremos solucionado al menos el 50% de las situaciones conflictivas a las que nos vemos sometidos. Al mismo tiempo nuestras actitudes pueden constituirse en vallas y diluyentes de buena parte del resto de las fuentes de agresión. Cuenta la leyenda que un famoso maestro de esgrima japonés desafió en una ocasión a O Sensei (Gran Maestro) Morihei Ueshiba. Cuando estuvieron frente a frente el espadachín desenvainó su katana y se dispuso a atacar. O Sensei permaneció desarmado e imperturbable frente al agresor y así transcurrió un largo momento de gran tensión. El provocador volvió a envainar su espada y se retiró. (Leer más) |
UNA TÉCNICA CORRECTA NO PRODUCE UN UKEMI ESPECTACULAR
El ukemi es uno de los aspectos más conocidos y espectaculares del Aikido. En las demostraciones se suele ver cómo los maestros mandan literalmente volando a sus estudiantes, que realizan espectaculares piruetas- ¿Pero qué sentido marcial tiene el ukemi?. ¿No se está abusando de él?. Recuperamos, en relación a este tema, un artículo de Stan Pranin dónde se analiza este importante aspecto, y terminaremos con unos breves comentarios a partir de la práctica en otras disciplinas marciales. (Leer más)
Sokaku Takeda y Morihei Ueshiba. Metamorfosis del Daito-ryu
El punto de inicio de esta fascinante historia lo dio Kotaro Yoshida (alumno de Takeda y poseedor del pergamino Kyoju Dairi) quien presentó en Febrero de 1915 a Morihei Ueshiba y a Sokaku Takeda, maestro del Daito-ryu jujutsu, en la posada Hisada en Engaru de Hokkaido y quién lo admitiera inmediatamente como discípulo de este arte. Se dice que las primeras prácticas de Ueshiba en Daito-ryu incluyeron tres seminarios de 10 días terminando el 4 de abril del mismo año.
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FUNAKOGI UNDO
En cualquier caso, el desarrollo de estas habilidades no es algo místico o esotérico, sino un duro entrenamiento corporal que busca reestructurar el cuerpo y aprender a moverse de otra manera. Podéis leer las entradas que os hemos referido para más información.. Seguiremos profundizando en este tema, muy interesante, pero ahora sólo queremos mostraros cómo en el Aikido sí que existen ejercicios para el desarrollo del kokyu ryoku, y que Ueshiba practicaba. (Leer más)
Estilos de aikido
Algunos de sus estudiantes, decidieron divulgar sus conocimientos de Aikido abriendo sus propios dojos. Debido, entre otras cosas, a la dinámica natural del Aikido, los distintos alumnos de O Sensei interpretaron su Aikido de diferentes maneras. Es allí que nacen los diferentes estilos del Aikido. Cada estilo tiene sus propias fortalezas y debilidades, pero todos ellos tienen firmes raíces en el concepto básico que hace del Aikido el único arte que es. Ninguno puede ser considerado superior o inferior que los otros, pero cada individuo debe encontrar el estilo que mejor le siente. (Leer más)
Ichi Go Ichi E: Una Vida, un encuentro
En el siglo XV, una de las centurias más sangrientas de la historia del Japón, apareció un arte más sereno dedicado a la búsqueda de la paz y la armonía: la ceremonia del té. Una ceremonia que supone el culto a la realidad, a la belleza simple, natural y despojada de lo que es imperfecto o asimétrico. El pabellón del té es una construcción de madera que se inspira en la simplicidad de las casas rurales.
Los materiales se escogen y reúnen con sumo cuidado, respetándose su estado y formas naturales. Tejado de paja, arquitectura ligera y descuido aparente en la simplicidad. Todo concurre en traducir la fugacidad del mundo material. Este aspecto efímero del pabellón del té se opone a la realidad del espíritu eterno. El puente es una corriente, el río no es una corriente.
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Los materiales se escogen y reúnen con sumo cuidado, respetándose su estado y formas naturales. Tejado de paja, arquitectura ligera y descuido aparente en la simplicidad. Todo concurre en traducir la fugacidad del mundo material. Este aspecto efímero del pabellón del té se opone a la realidad del espíritu eterno. El puente es una corriente, el río no es una corriente.
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